Tipos de intervención

Principios del tratamiento: debe basarse tanto en un enfoque farmacológico como en uno psicosocial.

·         Evaluación inicial e intervención: el primer paso es identificar a los fumadores, preguntándoles acerca de sus hábitos para verificar si tienen desean dejar el cigarro. De ser así, habrá que aconsejarlos mientras lo intentan con farmacoterapia y terapias conductuales, y realizar un seguimiento. Se debe determinar la gravedad de la dependencia. Las 5 recomendaciones que pueden ser usadas son: 1) importancia de dejar de fumar; 2) riesgos del cigarrillo; 3) beneficios de dejar de fumar; 4) determinar los impedimentos para dejar de fumar; y 5) repetir los intentos de ser necesario.

·         Tratamientos psicosociales: los consejos y los cambios en las conductas son efectivos. Hay tres tipos de tratamientos psicosociales: consejos prácticos (técnicas de comportamiento cognitivo y entrenamiento en el área social: saber qué induce a fumar para terminar el círculo vicioso y sobrellevarlo), consejos de apoyo (alentar al paciente a que hable de sus preocupaciones y mostrar una actitud de cuidado hacia él), y consejos sociales extra-tratamiento (dar a conocer las redes de apoyo social).

·         Tratamientos farmacológicos:

-       Terapia de reemplazo de nicotina (TRN): se brinda al fumador una fuente alternativa de nicotina para ayudar a combatir los síntomas de abstinencia. Los parches transdérmicos liberan nicotina a través de la piel. Se los usa entre 16-24 horas diarias, y contienen entre 7-22 mg de nicotina. Las gomas de mascar contienen 2-4 mg de nicotina por pieza, y la absorción se realiza por la mucosa bucal; se la debe masticar y luego se la deja en contacto con la mucosa. Los inhaladores son dispositivos similares a cigarros, que van liberando 4 mg de nicotina que se absorbe por la mucosa oral. El aerosol nasal libera 0.5 mg en cada aplicación, y se empieza con 1 en cada narina cada hora.

-       Medicación antidepresiva: el bupropion de liberación sostenida es un antidepresivo que actúa inhibiendo la recaptación sináptica de dopamina y norepinefrina. No se recomienda en personas con trastornos convulsivos o de la alimentación, con hipertensión no controlada, o que ingieren inhibidores de la MAO. Se debe iniciar su uso 7-10 días antes de dejar de fumar.

-       Otros: la clonidina es un agonista de los receptores a -2 que reduce la actividad simpática central, que podría ser usado para dejar de fumar. Otra droga es la mecamilamina, antagonista central y periférico del receptor de nicotina que bloquea su efecto subjetivo y que por lo tanto disminuye la necesidad de fumar.

Se debe prevenir la recaía, para esto, la clave es el seguimiento, para alentar a los que permanecen sin fumar, identificar los factores que amenazan la abstinencia, etc.